Los tampones y compresas son residuos que al tirarlos por la taza del water no se deshacen con el agua, causando problemas de atascos en tuberías y alcantarillados. Estos residuos además pueden acabar en el mar contaminando y sin deshacerse durante un largo periodo.
Por otro lado los tampones y compresas son considerados residuos con un elevado contenido de microorganismos patógenos pudiendo originar infecciones y malos olores en los aseos femeninos. Este residuo tiene características similares a los residuos clínicos con sangre, conteniendo un riesgo potencial de contaminación biológica.
Es por ello que surgió la necesidad de recoger por separado este tipo de residuo en los aseos femeninos, incluso Sanidad incluyó en el Real Decreto 486/1997 la obligatoriedad de colocar en los cuartos de baño femeninos un recipiente especial y cerrado.
Así surgió la necesidad del uso de la Unidad Higiénica Femenina o comúnmente conocido como contenedor, que poco a poco se ha ido convirtiendo en un elemento imprescindible cualquier cuarto de baño y/o aseos femeninos.
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El servicio de mantenimiento
La unidad higiénica femenina o contenedor, nació como un servicio que se prestaba a cualquier local en el que existiera un baño femenino en el que se garantiza que:
- El contenedor o unidad higiénica femenino se higieniza (con un lavado a altas temperaturas y desinfección completa del contenedor y tapa).
- Se realiza un tratamiento de los residuos según la legislación de cada Comunidad Autónoma.
- Una vez higienizado el contenedor, se rocía con un germicida en su interior, que garantiza un tratamiento efectivo del residuo que se deposita hasta la retirada de la unidad higiénica.
- Se presta un servicio con una frecuencia de cambio adecuada a cada local o edificio.
Soluciones a los problemas
La aparición de la unidad higiénica femenina o contenedor resolvía tres problemas:
- Los atascos en las tuberías.
- La contaminación e infecciones que se producían.
- Los malos olores.
Euroservhi fue una de las empresas pioneras en la prestación de este servicio con más de 25 años de experiencia en este servicio.
Está solución y/o servicio fue extendiéndose poco a poco por todo el territorio nacional y hoy en día es inusual ver un local, un comercio, un restaurante, un baño público… en el que las usuarias no dispongan de un contenedor o unidad higiénica femenina a su disposición. Es un elemento y servicio muy extendido y obligatorio.
Sin embargo con la crisis que venimos padeciendo en los últimos años, este servicio ha sufrido cambios considerables, derivado de un servicio por menor coste demandado por parte de los propietarios de edificios, responsables de compras, propietarios de los establecimientos, etc.
Así mismo han aparecido diversas empresas que ofrecen el servicio de Unidades Femeninas higiénicas o Contenedores sin ofrecer las condiciones óptimas de higiene y a precios muy bajos, debido a que utilizan las siguientes estrategias:
- Contenedores higiénicos en el que se introduce una bolsa y solo se cambia ésta última sin llevarse a higienizar el contenedor y la tapa.
- Atrasar el plazo de retirada del contenedor para abaratar costes.
- Usar unidades higiénicas sin líquido germicida en su interior.
Es hora de preguntarse:
¿Las usuarias de sus aseos están correctamente protegidas con estas soluciones más económicas?
¿Está prestando un buen servicio con higiene a sus usuarias finales?
1 comentario. Dejar nuevo
Tener los contenedores me supone despreocuparme de atascos. Limpiar el baño se hace más cómodo. Muy bien la verdad.